Las fuerzas del mal

En un lugar idílico de Inglaterra, Dorset, donde el inglés adinerado suele pasar sus fines de semana o sus vacaciones, se encuentra la mansión Shenstead que pertenece a la familia feudal Locklyer-Fox, gente rica y envidiada, pero como todas las cosas tienen dos caras y el dinero no hace la felicidad, esta familia no es feliz. Los hijos del viejo coronel James Locklyer-Fox y su esposa Ailsa son unos degenerados, tanto Elizabeth, que es una alcohólica empedernida, como Leo, que es un vividor, engañador y estafador. Pero los verdaderos problemas empiezan a raiz de la muerte de Ailsa, que aparece una mañana de invierno muerta en el porche de la mansión familiar. Aunque la policía investiga, el forense no puede diagnosticar más que muerte natural, aunque inesperada y extraña, porque la anciana se había pasado la noche en el porche con sólo un pijama ligero puesto, hasta que su corazón dejó de latir. Los vecinos sospechan que el viejo coronel ha cometido el crimen perfecto, y algunos de ellos deciden hacerle la vida imposible. James Locklyer-Fox a su vez sospecha que su hijo Leo tenga algo que ver con la muerte de su madre, ya que ésta había cambiado su testamento, legándole todos sus bienes a su esposo, en caso de su muerte. Ailsa era una mujer muy rica y había decidido que ninguno de sus dos hijos recibiría ni un penique de su fortuna. El abogado del viejo Locklyer-Fox, Mark Ankerton, decide ir a Shenstead y pasar con su cliente los días de Navidad. Al llegar allí denota con horror el sufrimiento y el calvario al que está sometido el anciano, solo y aislado del mundo a su alrededor, cada día pierde más las ganas de vivir. Pero hay una cosa que el viejo quiere arreglar antes de morir. Como su mujer, no desea que sus hijos reciban más de lo que les pertenece por ley, el resto de la fortuna se la quiere legar a una persona que hace 28 años fué dada en adopción. La hija natural de su hija Elizabeth, su nieta Nancy. Nancy Smith vive feliz al lado de sus padres adoptivos y cuando Mark Ankerton la visita para explicarle la situación, ella se niega a conocer a su abuelo e incluso amenaza con demandarle, si no la dejan en paz. Mark se lo comunica a James Locklyer-Fox y este le escribe a Nancy. Con esta carta pone en marcha una situación que cambia el panorama de su vida completamente. Nancy decide ir a conocerle y así se percatan de que Nancy es una copia de su abuelo. El viejo coronel no sabe que su acción de escribirle a la nieta desconocida, le va a salvar la vida, porque, allí por Shenstead merodea un hombre que se hace llamar Fox Evil, y este hombre culpa al coronel, a su esposa Ailsa y a todo el mundo de su desgracia personal. Este hombre se ha unido a otros vagabundos, como él, y juntos invaden un terreno sin dueño, cerca de la mansión feudal. Los compañeros de Fox Evil empiezan a sospechar que éste no es trigo limpio, y se preguntan, ¿por qué sabe tanto sobre los vecinos de Shenstead?, y ¿cuales son sus verdaderas intenciones? La propia familia de Fox, su mujer y sus dos hijos, le temen como si se tratase del diablo, y, muchos zorros están siento sacrificados últimamente en esta zona. ¿Qué está ocurriendo en Shenstead?, y sobre todo, ¿quién es el asesino? ¿Es el coronel Locklyer-Fox víctima o malhechor y asesino?